En torno a AySA y el modelo nacional

A quienes nos toca la responsabilidad de gobernar distritos, más chicos o más grandes, nuestra cotidianeidad pasa por la gestión, somos hombres de acción, de resolver los problemas cotidianos de los vecinos.

Sin embargo, no hay gestión sin doctrina, no hay capacidad de resolver problemas, por más chiquitos que sean, sin ideas. Por eso estamos respaldados por el modelo, que es un modo de ver el país, un modo de ver los asuntos públicos.

Y en este caso, la empresa AySA representa un gran ejemplo sobre nuestro modelo de país, sobre nuestra doctrina, nuestra concepción peronista y en particular, sobre la impronta especial que generó el kirchnerismo. Todos sabemos que AySA es una empresa que recuperó Néstor Kirchner. Y también que Aguas Argentinas, a su vez fue un símbolo de lo perjudicial que resultó para el país el menemismo.

AySA, entonces, una empresa recuperada que fue puesta en función de las necesidades del pueblo. El agua y las cloacas no pueden estar supeditados a intereses económicos de empresas privadas, porque el acceso al agua y a las cloacas es dignidad, es salud y la dignidad, la salud, deben ser para todos.

Citando a nuestra presidenta Cristina Fernández, “son obras que hacen, esencialmente, a la dignidad de las personas”.

En Lomas de Zamora, por ejemplo, cuando asumí hace casi dos años sólo el 22 % de la población tenía cloacas. Esto es tremendo. Ahora las obras se están haciendo a toda velocidad. Se está licitando la construcción de una planta de tratamiento de efluentes cloacales que posibilitará que 300 mil vecinos de la zona eternamente postergada de Lomas tenga cloacas. Son obras muy costosas, que sólo las puede hacer el Gobierno nacional. Que sólo las puede hacer este Gobierno nacional. Porque para este Gobierno no son un gasto y ni siquiera son una inversión: como dice Cristina, es dignidad y la dignidad para nosotros los peronistas, no tiene precio.

Y decía antes que las obras vinculadas con AySA, como las cloacas y el agua potable con claves para la salud, para evitar enfermedades. El ministro Manzur nos lo contaba en un encuentro que mantuvimos los intendentes con él hace unos meses. Por eso nosotros los intendentes, que estamos todo el día en los barrios, tenemos que ser, y lo somos, los principales defensores y militantes de AySA. Porque AySA simboliza las tres históricas banderas del justicialismo, que alguna vez estuvieron por el piso y el kirchnerismo el que se encargó de hacerlas flamear bien alto. AySA es independencia económica, soberanía política y justicia social. Es el Estado que interviene con los recursos necesarios sin depender de nadie, es decidir por sí mismo cuál es el lugar que se debe ocupar y la decisión es clara, el rol del Estado debe ser siempre al lado de los que más lo necesitan, siempre. Eso es la justicia social, igualdad de oportunidades para todos. Que no haya nunca más ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.

Vamos por un país con el 100 % de cloacas y el 100 % de agua potable. Esto significa: vamos por más AySA, vamos a profundizar, vamos por más empresas compañeras, para seguir mejorando la calidad de vida de todos siempre, pero en especial de los más humildes. Y vamos por más “Aysas”, porque esta empresa es un caso testigo exitoso que el Estado sí puede gestionar, el Estado sí puede administrar, el Estado sí puede tener un rol activo para que el país sea cada vez un lugar mejor para vivir todos juntos.