Orgulloso de ser argentino

Con la convicción de que los argentinos somos hoy protagonistas de un proceso de carácter histórico que devuelve al Estado su soberanía en materia de recursos estratégicos, celebro con profundo orgullo la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de declarar de interés público de la explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos, así como también la recuperación del control de la empresa YPF. Garantizar el autoabastecimiento energético significa asegurar el modelo económico que defendemos: petróleo y gas son determinantes de la competitividad mundial, y sustento del crecimiento y la continua expansión productiva que experimentamos desde 2003 a través de un esquema de reindustrialización, desendeudamiento, ordenamiento del sector externo e inclusión social. Por eso resultaba inadmisible que la Argentina, con grandes reservas hidrocarburíferas, se mantuviera desde el régimen neoliberal de la década del ‘90 como uno de los pocos países que no tenía el petróleo en manos del Estado, un derecho al que -hoy es claro- nunca debió renunciar. Luego de la desnacionalización, YPF fue objeto de un proceso de vaciamiento con caída de la producción y de la exploración, que convertía a las ganancias en utilidades y dividendos para el exterior. La falta de inversión, la depredación de los recursos y la necesidad energética de una Argentina pujante obligaron, finalmente, a importar combustibles para el mantenimiento del sistema productivo, sometiéndonos así los precios internacionales del crudo. Pero el destino de los argentinos no puede estar atado a las decisiones empresariales de grupos externos: con esta medida la Presidenta afirma una vez más que en la Argentina las decisiones se toman en la Casa Rosada, respetando así la voluntad popular. A partir del proyecto Cristina envió al Congreso para su evaluación, podremos sostener el crecimiento económico que permita incluir a todos, como lo soñamos los que formamos parte de este proyecto político. Porque recuperar soberanía implica recuperar lo nuestro, gracias al coraje de la Presidenta y del Gobierno nacional y popular, YPF vuelve a ser la bandera que levanta el pueblo argentino.