Gracias Néstor, fuerza Cristina. Esa frase fue la que el pueblo que masivamente ganó las calles repitió como un mantra de dolor y esperanza. También, no podía ser de otro modo, la que dominó la reunión que mantuvimos los intendentes de la Provincia de Buenos Aires junto con el Gobernador Daniel Scioli en La Plata.

Parafraseando a Néstor, el encuentro fue entre “militantes comunes que tenemos responsabilidades importantes”. Desde el miércoles, el día más triste de mi vida política, cada uno de los que orgullosamente nos sentimos parte de este proyecto queremos estar rodeados de compañeros. Estamos más solos y eso nos duele en el alma.

Por eso el mismo miércoles a la noche nos juntamos en la plaza, tristísimos. Y el jueves fuimos a despedirlo y nos volvimos con una fuerza tremenda que sólo puede dar una tremenda movilización popular como la que Néstor generó.

Necesitábamos encontrarnos para conversar sobre lo que viene, después del shock que nos produjo lo que pasó. Y lo que viene es un horizonte maravilloso, porque Néstor sentó las condiciones de posibilidad para que eso se de. El libró todas las batallas para que podamos soñar con un país más justo, más igualitario, más solidario. Y las ganó.

Porque nos dejó las bases sólidas para la esperanza, logró que miles y miles de jóvenes se involucraran para defender los sueños compartidos y además de todo, sobre todo, nos dejó una conductora. Sin dudas, Cristina será una conductora brillante del proyecto político revolucionario que es el kirchnerismo.

Porque ese fue nuestro dolor: se fue el líder. Una elección la puede ganar cualquiera, pero conducir sólo conducen los que son leales siempre. Leales a una idea, con un proyecto, con un modelo. Porque esa es nuestra esperanza: Cristina y su fuerza.

Esto mismo fue lo que se aseguró en la mesa política de intendentes junto al Gobernador. Nuestra conductora es Cristina. Y eso es lo verdaderamente importante. Ella definirá si es nuestra candidata a presidente en las elecciones del año que viene. A nosotros nos encantaría, pero, por supuesto, la decisión será de ella.

Hace dos semanas, Néstor me recibió en Olivos. “Hola pibe, andás bien, eh!”, me saludó, con una sonrisa, con su sonrisa que ya extrañamos. “¿Cómo ves la situación del país?”, preguntó. Porque Néstor preguntaba. Y escuchaba. Y enseñaba. “Tienen que juntarse los jóvenes, son el futuro, vos siempre dale para adelante”, me dijo. Néstor soñaba. Y hacía soñar. Era muy emocionante conversar con él, por lo que transmitía.

Néstor literalmente dejó la vida por un país mejor. La pasión que le ponía a la política se lo llevó. Pero lo que dejó es tan fuerte que la continuidad del proyecto que él concibió con amor (Néstor siempre hablaba de amor) está asegurada. Porque, te lo juro Néstor, como vos me lo pediste, le vamos a dar para adelante, siempre.